Análisis Ice Cream Surfer (Nintendo Switch)

Desde Dolores Entertainment, estudio español afincado en Barcelona, llega Ice Cream Surfer. Un alocado y colorido Shoot ‘em up que se estrena en Nintendo Switch el próximo 17 de mayo tras haber dejado buen sabor de boca en diferentes plataformas como Wii U o PC. Harto de que los niños solo coman helados y renieguen de insípidas verduras, el malvado Brócoli ha creado todo un ejército verde que ahora amenaza el mundo. ¿Seremos capaces de poner freno a esta peligrosa y temible amenaza?

El género Shoot ‘em up, uno de los más antiguos dentro del sector de los videojuegos, ha vivido numerosos cambios en busca de ese punto de frescura que despierte la curiosidad del jugador. El título que hoy os traemos puede presumir de haber conseguido dar una nueva vuelta de tuerca, arriesgando y apostando por una ambientación alocada pero que, tras una primera impresión llena de dudas, consigue funcionar. Ice Cream Surfer nos pone en la piel del Cream Team, un equipo de cinco personajes, todos ellos jugables, dispuestos a defender el sabroso mundo de los helados. A lo largo de seis mundos, seremos testigos de todo un homenaje a diferentes tipos de helados y la plasmación de un conflicto tan antiguo como el mismo ser humano: la comida rica frente a las verduras saludables.

Vivan los helados, fuera las verduras

Con tres modos de dificultad (fácil, intermedio e infierno) y unos controles sencillos, Ice Cream Surfer esconde una jugabilidad directa y profunda a partes iguales, incitando al jugador a rejugar y rejugar hasta la saciedad los seis mundos distintos pero sin caer, de primeras, en la monotonía. El movimiento adaptado a los mandos de Nintendo Switch nos permitirá mover a nuestros héroes tanto con la cruceta como con el analógico; siendo este último el que mejor le sienta, ajustándose de manera más cómoda a la hora de esquivar los disparos de los enemigos vegetales. Contaremos, como no podía ser de otra manera, con un botón de disparo (que podremos mantener pulsado todo el tiempo que queramos) y uno de disparo especial que solo estará disponible tras cargar la barra de energía.

Tanto el disparo normal como el especial variará en función del personaje que hayamos seleccionado para jugar cada partida, residiendo en este punto buena parte de la gracia de Ice Cream Surfer. Ace, el chico protagonista, irá subido en un helado de cucurucho y tendrá una jugabilidad muy equilibrada con disparos rápidos y de largo alcance; siendo uno de los más fáciles de manejar. En cuanto a los otros cuatro acompañantes posibles, encontraremos nada más y nada menos que a un Yeti a lomos del mítico helado Frigopie (con un poder devastador de alcance medio), un peculiar Superman embozado en un helado de sándwich (lanzando rayos rojos a diestro y siniestro), una joven sobre un Twister (con disparos que se dispersan abarcando buena parte del escenario) o un samurái montado en un polo helado (con gran poder destructivo a corto alcance, pero siendo uno de los más complejos de dominar al quedarse muy expuesto al fuego enemigo).

Además, el tipo de disparo se podrá ir mejorando dentro de cada fase tras recoger helados especiales que flotarán sobre los escenarios, llegando a conseguir un poder de ataque realmente devastador que hará añicos a las oleadas de enemigos. Eso sí, comenzaremos tan solo con tres vidas y perderemos una al ser alcanzados por un simple disparo enemigo; retomando la partida de manera inmediata en ese punto pero con el poder de ataque reducido al mínimo. Para facilitar las cosas, contaremos también con un selector de niveles que se irá desbloqueando y ampliando a medida que avancemos; por lo que no es necesario pasarse el juego del tirón si lo que buscamos es una experiencia más relajada. No faltarán los jefes finales de fase, con un diseño bastante elaborado y ocupando buena parte de la pantalla; exigiendo al jugador máxima concentración y forzando a memorizar sus rutinas de ataque.

Gráficamente Ice Cream Surfer es un título pixel art que nos lleva de vuelta a los tiempos en los que los juegos arcade eran los amos y señores del sector, con elementos coloridos que inundan cada escenario y cumpliendo de sobra su cometido sobre todo si jugamos en modo portátil en Nintendo Switch. El apartado sonoro quizás queda algo más abandonado, con poco repertorio, pero sin empañar un resultado global que nos ha parecido más que aceptable. Sobre la duración del juego hay que confirmar que, como todo buen arcade, lo podemos completar en una tarde; aunque la chicha reside en la repetición de partidas para mejorar nuestros récords (quedando este guardado para la posteridad) e ir desbloqueando nuevas imágenes en el apartado galería del menú de inicio.

Un arcade muy completo para Nintendo Switch

Pasarse el juego sin usar continuaciones o tirar del selector de nivel será todo un desafío para el jugador y una de las razones de ser de su elevada rejugabilidad. Más todavía si tenemos en cuenta que Ice Cream Surfer tiene soporte para jugar a dobles en multijugador local, por lo que estamos ante un título ideal para los amantes del juego cooperativo o el pique directo por ver quien logra una mejor puntación nivel tras nivel. No estamos ante un juego difícil, tampoco fácil, pero la crispación al perder una vida cuando teníamos al personaje en todo su esplendor de ataque con los mejores disparos despertará en el jugador la obligación de echar una partida más en busca de pulverizar el último récord.

En definitiva, aunque la primera impresión del juego era que nos encontrábamos ante un título descafeinado, destinado a un público infantil, una vez completados varias veces los seis mundos, damos fe de que el título esconde mucho más. Jugabilidad directa que nos recuerda los viejos y gloriosos tiempos del género, haciéndolo ideal para partidas cortas en formato digital sin necesidad de andar cambiando de cartucho en Nintendo Switch. Los amantes de los Shoot ‘em up que todavía no conozcan el juego y aquellos que busquen un título desenfadado para jugar en compañía quizás deberían dar una merecida oportunidad a Ice Cream Surfer.

A favor: una apuesta arriesgada y original, alejándose de ambientaciones más que explotadas. La posibilidad de jugar con cinco personajes muy diferenciados desde la primera partida. El pique por mejorar récords y su cooperativo, ideal para partidas cortas en cualquier momento y en cualquier lugar. Su necesario mensaje a la sociedad en contra de las insípidas verduras.

En contra: se echa en falta algún mundo extra o modo de juego alternativo. En ciertos puntos puede existir demasiada confusión de disparos en pantalla.