Análisis I Hate Running Backwards (PC, PS4, XBO)

I Hate Running Backwards portada

Binx Interactive, Croteam Incubator y Devolver Digital se marcan un particular crossover mediante un videojuego en el que desfilarán diferentes personajes célebres dentro de la editora estadounidense. Las franquicias Serious Sam, Shadow Warrior o Hotline Miami son solo algunas de las que toman partido en este original arcade shoot ‘em up lleno de frenetismo y situaciones alocadas. ¿También odias correr hacia atrás? Bienvenido a I Hate Running Backwards.

El panorama indie y su continua expansión en los últimos años da de sobra para mezclar universos y hacer colaboraciones entre diferentes desarrolladoras. El momento ha llegado para Devolver Digital y la muestra es este I Hate Running Backwards, un título inusual (como bien estamos acostumbrados) en el que la mecánica jugable sufre una nueva vuelta de tuerca. En el título que hoy os traemos nos encontramos en una huida continua y desesperada frente a oleadas y oleadas de enemigos de todo tipo; siendo nuestro objetivo abrir fuego sin descanso mientras esquivamos disparos, sorteamos diversos obstáculos de los escenarios y llegamos al enfrentamiento final de fase contra colosales Jefes Finales.

Gráficamente, I Hate Running Backwards cuenta con un apartado discreto con un estilo píxel art que reimagina los modelados de cada personaje de Devolver Digital pero que cumple de sobra con lo que se exige de un juego arcade. Por su parte, el apartado sonoro está repleto de temas rocosos, pesados, pero que también casan de manera idónea con el planteamiento del juego y su derroche de explosiones de enemigos y escenarios a partes iguales.

Sam el Serio y compañía

En cuanto a posibilidades jugables, en un primer momento tan solo contaremos con tres personajes en el panel de selección, entre ellos el cabeza de serie del juego: Serious Sam; y no será nada fácil conseguir desbloquear los sucesivos héroes. Entre ellos contaremos con caras conocidas como Lo Wang (Shadow Warrior), Bullet Kin (Enter the Gungeon) o Richard (Hotline Miami); contando cada uno de ellos con sus propias ventajas y desventajas. Por ejemplo, si jugamos con el bueno de Serious Sam obtendremos la ventaja de comenzar con tres vidas en lugar de dos, pero a cambio veremos reducida la velocidad de movimiento; siendo clave en nuestra estrategia barajar todos los pros y contras.

I Hate Running Backwards gameplay

Los controles de I Hate Running Backwards se limitan a un desplazamiento en cuatro direcciones mientras vemos cómo la pantalla se desplaza de manera automática en vertical, obligando al jugador a permanecer atento ya no solo a los enemigos que vienen desde la parte inferior de la pantalla sino también a la enorme cantidad de objetos que si no nos damos prisa quedarán fuera de nuestro alcance en un visto y no visto (munición, armas secundarias, escudos o power ups para aumentar el daño de manera temporal). A esto se le suma un botón para el ataque primario, otro para usar el arma secundaria (las cuales ya adelantamos que serán de lo más variadas y originales) y dos más que serán claves para el éxito de nuestra intrépida huida: el ataque cuerpo a cuerpo para cuando nos veamos con los enemigos encima y el ataque especial. Este último, será simplemente devastador. Variará en función de cada personaje, pero en todos los casos supondrá limpiar la pantalla de enemigos de manera fugaz. Además, cada escenario se genera de manera aleatoria, siendo cada partida drásticamente diferente en cuanto a nivel de dificultad, pero prácticamente igual a nivel visual.

Un roguelite descafeinado

I Hate Running Backwards cuenta además con un ligero toque roguelite, pero no nos atrevemos a catalogarlo plenamente dentro de esta categoría. Jugando y completando logros desbloquearemos nuevos personajes y armas que pondrán las cosas más fáciles cuanto más juguemos pero alejándose de la grata sensación de progreso que ofrecen pesos pesados dentro del género como The Binding of Isaac o el propio Enter the Gungeon de Devolver Digital. Y es que la dificultad de I Hate Running Backwards se mantendrá elevada, nos atrevemos a decir que desesperante, aunque llevemos una decena de horas de vuelo. Para solucionar el factor dificultad se ha implementado un modo multijugador local para dos jugadores, el cual solventa bastante la vida útil del juego y promete piques entre amigos por ver quien se marca la mejor puntuación de cada run. A esto hay que añadir además un reto diario con clasificación mundial en el que podremos jugar una vez al día con un personaje preestablecido y en igualdad de condiciones frente al resto de la comunidad de jugadores.

I Hate running backwards analisis

Por último, los usuarios de Twitch podrán jugar a un modo de juego bien diferente en el que los propios espectadores serán los encargados, pulsando los botones con las peores intenciones del mundo, de enviar oleadas de enemigos para acabar con la vida del streamer que se atreva a emitir bajo estas condiciones. Toda una idea original, sin duda.

Una huída trastabillada

Sin embargo, siendo lo más objetivos posible y teniendo en cuenta que íbamos con los dientes largos frente a un crossover que nos mantenía entusiasmados con cada novedad y tráiler, tenemos que decir que I Hate Running Backwards nos ha dejado fríos. Las mecánicas jugables no terminan de cuajar, sintiéndose el movimiento de cada personaje pesado mientras hacemos todo lo posible por adelantarnos al deslizamiento vertical automático de la pantalla y, aunque los escenarios se generan de manera procedural, la sensación siempre es la misma: disparar, esquivar, coger objetos y seguir disparando. Y es que la ausencia de progreso, pese a los desbloqueables en forma de armas y personajes, se hace palpable a las pocas horas de juego, quedando la diversión prácticamente relegada al modo multijugador local y al reto diario.

Pese a partir de una idea original y un plantel de personajes para quitar el hipo, I Hate Running Backwards, ya disponible en PC, Xbox One y PS4 (próximamente también en Nintendo Switch), podía haber sido mucho más. Los amantes de los juegos arcade clásicos quizás encuentren un buen puñado de horas entretenidas pero quienes busquen un juego para recurrir durante decenas de horas, que nos mantenga verdaderamente atrapados a la pantalla como otros exponentes del género, encontrarán en el propio catálogo de Devolver Digital mejores opciones.

I Hate Running Backwards shadow warrior

A favor: la variedad de personajes a desbloquear y armas secundarias de lo más bizarras.

En contra: la sensación de progreso brilla por su ausencia. Una curva de dificultad muy poco accesible incluso para los más curtidos en el género. El desplazamiento de cada personaje se siente demasiado pesado.

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